La impresión offset consiste en aplicar una tinta oleosa sobre una plancha metálica compuesta de aluminio. Es un método similar a la litografía, desarrollado en 1875 por Robert Barclay y Washington Rubel. El primero desarrolló una prueba de impresión sobre metales, mientras que el segundo lo trasladó al papel.
El funcionamiento es el siguiente: se moja la plancha con agua o una solución polar que repela la tinta en las zonas de la no imagen. Con esto el resto de la plancha toma la tinta en aquellas zonas donde el compuesto no está presente. La principal diferencia con la litografía es que el texto o la imagen se transfieren de una forma indirecta, es decir, se hace a través de un tubo cilíndrico cubierto por un material flexible que recibe la imagen y por presión la transmite a la superficie de impresión, generalmente, el papel.
Es ésta la característica más excepcional de éste tipo de impresión, puesto que el recubrimiento de caucho del rodillo de impresión es capaz de impregnar, con la tinta que lleva adherida, superficies con texturas irregulares o rugosas. Todo esto debido a las propiedades elásticas del caucho, que no presentan los rodillos metálicos.