Se entiende por exposición el equilibrio entre apertura de diafragma, tiempo de exposición y sensibilidad del sensor para captar la luz. Con esta medida se ajusta la cantidad de luz que permitimos pasar por el objetivo, ajustando el tiempo que la luz va a alcanzar el sensor con el tiempo de exposición y cuanta luz se absorbe ajustando la sensibilidad.
Si tomamos como ejemplo dos imágenes con misma luz y distintos ajustes de sensibilidad ISO, obtendremos diferentes resultados, aunque la cantidad de luz sea la misma. Aunque puede parecer un proceso complejo, la cámara es capaz de calcular valores óptimos para las diferentes situaciones, facilitando el trabajo.
Sin embargo, el uso manual permite que los fotógrafos puedan jugar con los distintos ISOS alcanzando resultados muy distintos aun estando en las mismas condiciones.
La exposición es pues una combinación de la apertura de diafragma, el tiempo de exposición y la sensibilidad del sensor. Si alteramos uno de estos tres, esto afectará a los demás parámetros. La cantidad de luz (a no ser que usemos un flash o focos) no varía, entonces:
La exposición es una combinación entre apertura, exposición y sensibilidad, por tanto, la alteración de cualquiera de los parámetros afecta indistintamente a los tres. Aumentando el tiempo de exposición reducimos la apertura del diafragma y aumentando la sensibilidad, se reduce la apertura o tiempo de exposición.